LOS DESASTRES Y EL URBANISMO EN COLOMBIA: CASO BARRANCABERMEJA

LOS DESASTRES Y EL URBANISMO EN COLOMBIA: CASO BARRANCABERMEJA

A propósito de la reciente calamidad pública declarada en Barrancabermeja a raíz de las fuertes inundaciones ocurridas en el asentamiento humano Bendición de Dios, donde 900 familias de escasos recursos fueron afectadas en medio de la pandemia, en un caso clásico de “tras de cotudo con paperas”, vale la pena reflexionar sobre las condiciones históricas que han permitido se llegue a este tipo de situaciones, y que acciones podemos realizar para evitar futuras situaciones similares.

Inundaciones ocurridas en Asentamiento Humano Bendición de Dios en el Municipio de Barrancabermeja

Inundación Barrancabermeja

Fuente: Diario Vanguardia Liberal. 2020.

A sus casi 100 años de fundación, Barrancabermeja tiene una historia diferente a otras ciudades. Si hiciéramos una comparación en la que las ciudades fueran personas, Barrancabermeja no sería un ciudadano cualquiera, sino sería una super-estrella. Su talento principal: los recursos naturales, en particular el petróleo, su gran motor de crecimiento.

Esta ventaja permitió a la ciudad madurar más rápido que otras, o para ser más exactos, crecer. Lamentablemente, esta tasa de crecimiento no fue acompañado con una adecuada planificación que permitiera cumplir con estándares mínimos de urbanismo para ofrecer a los barranqueños calidad de vida en sus viviendas; al menos para una parte de la ciudad. Si analizamos la huella urbana de Barrancabermeja, observamos un claro contraste en su historia urbanística, como vemos a continuación.

Fotografía Aérea del año 1969. Note la presencia de cuadrículas geométricas para los barrios y la disponibilidad de amplios espacios no construidos, áreas verdes, anchura de vías y múltiples accesos.

Fotografía Aérea del año 1969 Barrancabermeja

Fuente: IGAC. Imagen Satelital Año 1969.

En la anterior imagen podemos observar el reflejo de un momento histórico en el cual los barrios y viviendas fueron diseñados y construidos siguiendo criterios básicos de urbanismo. Sin entrar en detalles expertos, es evidente desde una vista aéreas o recorriendo los barrios, la existencia de amplias calles, decentes antejardines, andenes, y espacios públicos como parques y zonas verdes. Estamos hablando de barrios tales como Galán, Parnaso, Pueblo Nuevo, los cuales fueron construidos principalmente para dar albergue a la mano de obra dedicada a labores en la refinería y en los campos productores de crudo.

Con el pasar de los años, la naturaleza de la ciudad como oasis laboral y de vivienda, disparó la demanda de áreas para nuevas construcciones; familias de la región y de todo el país dejaron atrás sus pueblos natales y han llegado a la ciudad paulatinamente, pero sin pausa durante décadas (lo de paulatino tiene un paréntesis que son las oleadas de desplazamiento forzado, que ameritan otro análisis, pero no pueden desconocerse en este contexto de crecimiento). Como un tetris en niveles avanzados, para los gobiernos locales ha sido imposible facilitar una ordenada y adecuada instalación de los nuevos vecinos.

Fotografía Aérea del año 2018. Note el contraste en geometrías de la construcción, la ineficiencia en uso de espacios y accesos, ¡la ausencia de andenes!, y la cercanía con áreas ambientalmente sensibles (en color verde, generalmente áreas de taludes, quebradas y humedales).

Fotografía Aérea del año 2018 Barrancabermeja

Fuente: Documentos Técnicos de Soporte para el Ordenamiento. Alcaldía de Barrancabermeja.

En la anterior imagen podemos ver un ejemplo del contraste de urbanismo de las construcciones a partir de los años 70 hasta el 2018. Sin sobrepasar los límites de la claustrofobia (en la mayoría de los casos), es evidente que la holgura y el espacio mínimo para confort personal no estuvieron en la mente de los desarrolladores informales. La falta de un control urbanístico ha derivado en una matemática del máximo loteo por hectárea, en una especie de granjas hiperproductivas urbanas. Hiperproductivas una vez para el visionario gestor de las soluciones de vivienda. Pero de ahí en adelante, la mayoría son problemas.

Uno de los más graves, es que cada vez hay menos áreas disponibles y se comienzan una carrera codo a codo contra la naturaleza por la ocupación del suelo. Y la naturaleza ha demostrado que sabe hacer notar que no está pintada en la pared, o en el suelo.

De esta forma, debemos concentrarnos en obtener estándares de vivienda segura frente a fenómenos naturales, los cuales según hemos comprendido, nos visitarán con mayor intensidad y recurrencia como resultado del cambio climático por el cual atraviesa el planeta. Junto a las guerras (y quizás las pandemias), los desastres naturales representan de las mayores amenazas para la vida de grandes grupos de personas.

En Colombia, las leyes de vivienda han determinado la importancia de entender al menos tres (3) tipos de procesos de alta relevancia para nuestra nación. Los deslizamientos o derrumbes, que vemos a diario en los noticieros taponando vías y dejando incomunicadas y desabastecidas áreas pobladas durante días y hasta semanas o sepultando familias mal ubicadas debajo de taludes inestables; Las inundaciones, con efectos principalmente en zonas aledañas a ríos y quebradas; y las avenidas torrenciales o llamadas avalanchas, como la ocurrida en Mocoa que arrasó con todo el eje central de la capital, o como Armero, el mayor desastre natural en la historia reciente de Colombia.

Al entender la naturaleza de estos peligros, podemos evitar ubicarnos en zonas inconvenientes. Para el caso de Barrancabermeja, el estar alejados de los andes montañosos, nos significa en principio menos preocupación por avalanchas y derrumbes. Lo trágico es, que, aun así, en 2018 aconteció una tragedia que cobró la vida de 10 personas por un derrumbe, en terrenos relativamente planos. Aunque los modelos lograban vislumbrar la amenaza para este sector, en este caso se tuvo un componente de intervención humana (desestabilizando un talud), más difícil de modelar, al ser dinámico, y que nos lleva pensar que no hace falta tener una montaña al lado, si desde las prácticas constructivas no tenemos un mínimo de responsabilidad.

Fotografía Deslizamiento Altos de Bellavista año 2018. En este caso los modelos de variables físicas señalaban amenaza media, sin embargo, la intervención humana, por desarrollo de viviendas no regularizadas, influyó en la desestabilización del talud.

Fotografía Deslizamiento Altos de Bellavista año 2019 Barrancabermeja

Fuente: Informe Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Barrancabermeja.

Por otro lado, la cercanía con los ríos Magdalena y Sogamoso, representa en conjunto con todo un sistema de ciénagas y humedales, un escenario propicio para fenómenos de inundación, al igual que muchos Municipios ribereños en Colombia. Los instrumentos técnicos de consulta tales como los Planes de Ordenamiento de Cuencas, así lo reflejan. Es por tanto una de las líneas de trabajo plenamente identificadas para su mejoramiento y adaptación.

Mapa de Amenaza por Fenómenos de Inundación, 2019. Note la incidencia del Río Magdalena y el sistema de ciénagas. Para Barrancabermeja, las inundaciones son una amenaza natural de gran incidencia.

Mapa de Amenaza por Fenómenos de Inundación, 2019 Barrancabermeja

Fuente: Corporación Autónoma de Santander. POMCAs Río Opón y Sogamoso.

En todo caso, es de resaltar, que no todas las inundaciones tienen explicación única con el comportamiento de los ríos Magdalena y Sogamoso. Retomando el tema del urbanismo, un mal diseño urbano puede generar cuellos de botella, taponamientos, presiones sobre los caudales y sobre el curso de las aguas, generando inundaciones lejos de las orillas de los ríos. Tal es el caso de la más reciente tragedia ocurrida en la ciudad, cuya área tiene antecedentes y ha sido plenamente identificada en estudios, y cuya solución no es rápida, ni económica, al requerir romper el cemento calado en los asentamientos y en las cabezas de la cultura ciudadana, la del barrio y la dirigente.

Mapa de Zonificación de Amenazas Barrio Bendición de Dios, 2018. A) En rojo en el mapa las áreas en amenaza alta de sufrir inundaciones, según estudio técnico de conocimiento del riesgo realizado en 2018. B) Afectaciones por inundaciones en Bendición de Dios tras lluvias intensas en 2020. Note la importancia de identificar las áreas no adecuadas para la ubicación de viviendas, y la necesidad urgente de medidas para re-ordenar el territorio.

a)

Mapa de Zonificación de Amenazas Barrio Bendición de Dios, 2018 Barrancabermeja

b)

Afectaciones por inundaciones en Bendición de Dios tras lluvias intensas en 2020 Barrancabermeja

Fuente: a) Estudios Básicos de Amenaza por Fenómenos Naturales para el Ordenamiento Territorial de Barrancabermeja, 2018. b) Imágenes de Prensa. Noticiario Digital Dígame, 2020.

Es de resaltar la importancia de abordar el tema de los desastres de manera gradual, según lo establece la Ley 1523 de 2012 (Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres), de forma que las finanzas y las personas, no sea abrumadas de golpe con costos y difíciles decisiones urbanísticas, sino que vayan priorizándose y ejecutando acciones que permitan tener pequeñas victorias que en su conjunto nos lleven a la anhelada resiliencia de ciudades (se refiere a la capacidad de una ciudad de resistir el golpe de un desastre reduciendo los daños y pérdidas).

Uno de los grandes retos de una ciudad, es la legalización de asentamientos humanos para darles la connotación y estatus de barrios, de forma que sean integrados en la formalidad y en el radar de las inversiones del Municipio para mejoramiento de las condiciones de vida antes mencionadas. Esto representa un gran desafío y hasta ahora un nudo ciego para la administración Municipal, que podemos comparar a un pirata informático que después de descargar ilegalmente el programa, le pide al desarrollador original del software que le otorgue acceso a las herramientas premium del programa.

Sin buscar culpables, y respetando la dignidad de las personas, que en su saber y entender, han buscado siempre un mejor porvenir en medio de sus necesidades, en la mayoría de los casos de buena fe, se hace necesario profundizar el diálogo, la aplicación de ingeniería social para el desarrollo, y una mayor veeduría sobre los responsables de adoptar políticas públicas que ofrezcan soluciones para el tema de vivienda en la ciudad. Los principales responsables son: a escala global, el Estado a través de la Nación, el Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, el Departamento de Planeación Nacional, El Ministerio de Medio Ambiente, la Agencia Nacional de Licencia Ambientales (ANLA), La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), y la Gobernación de Santander; a escala local, y con mayor responsabilidad y capacidad decisoria en la adopción de medidas en el corto y mediano plazo están la Alcaldía Distrital de Barrancabermeja, la Empresa de Desarrollo Urbano y Vivienda de Interés Social de Barrancabermeja (EDUBA), la Corporación Autónoma de Santander (CAS) y la Industria de Hidrocarburos, representado principalmente por Ecopetrol S.A.

Aunque la normatividad de gestión del riesgo es relativamente reciente, es necesario dar paso para mejorar la gestión y capacidad de respuesta de los Municipios. En Barrancabermeja, al igual que muchos Municipios, se cuenta con el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, que representa una suerte de consejo interinstitucional que se reúne cuando ocurren tragedias. Sin embargo, debemos en Barrancabermeja, y en el país, dejar atrás de este enfoque reactivo, y pasar a tener un enfoque proactivo, en el cual se aborde esta temática desde la raíz, esto es, asignando recursos y responsabilidades para conocer el riesgo y mitigarlo, no solo a atender el desastre. En tal sentido, en complemento a la reciente propuesta de “un geólogo por Municipio” me atrevo a recomendar la importancia de “una entidad por Municipio”, con un equipo técnico y administrativo que piense en día y noche en cómo salvar vidas, partiendo de la búsqueda diligente de recursos entre los miembros de Consejo Municipal del Riesgo, y demás instancias públicas y privadas, y según las directrices de Plan Municipal de Gestión del Riesgo, que facilite la ejecución de estas acciones que tanto necesitan nuestras comunidades. Este logro sería una de esas pequeñas victorias que tanto necesitamos para avanzar.

Como hemos visto, aunque en Colombia resta mucho por hacer, Barrancabermeja tiene importantes avances en materia de generación de conocimiento y soluciones, en este punto es fundamental capitalizar dicho conocimiento en políticas públicas realizables y efectivas, y en la delegación de responsabilidades sobre una entidad con interdependencia administrativa y financiera que permita avances reales y planificados en fases de mitigación y preparación para futuros eventos. En tal sentido, esta ciudad super-estrella llamada Barrancabermeja, más que otras ciudades, tiene los elementos para abanderar esta problemática y exportar soluciones al resto de país.

Por Gabriel Bayona

Geólogo. Magíster en Ciencias de la Tierra.

Consultor en Gestión del Riesgo de Desastres y Ordenamiento Territorial.

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